Trastornos del aprendizaje

¡Hola familia!
                                                                  Fuente: pixabay

Esta semana vamos a tratar el trastorno del aprendizaje.

El Trastorno del Aprendizaje se define como una dificultad inesperada, y existente para la adquisición de un aprendizaje.
Estos trastornos  interfieren en el aprendizaje de habilidades académicas y sociales y a menudo se presentan en conjunto con problemas de conducta, de estado de ánimo o de ansiedad.

Los trastornos del aprendizaje, si no son detectados a tiempo o no se diagnostican de manera correcta y no son tratados de forma efectiva  pueden exponer al niño a repetidas experiencias fallidas, esto puede motivar al niño a prestar una menor atención por el aprendizaje y favorecer la aparición de problemas asociados que afectan la autoestima y el bienestar emocional del niño.
El niño puede mostrar signos de tristeza, frustración o decepción.

Entre los diferentes trastornos del aprendizaje podemos encontrarnos los siguientes:

Dislexia: Es un trastorno del aprendizaje que supone la dificultad para leer a raíz de problemas para identificar los sonidos del habla y para comprender cómo estos se relacionan con las letras y las palabras. La dislexia afecta a zonas del cerebro que procesan el lenguaje.

Las personas con dislexia tienen una inteligencia normal, y también una visión normal. La mayor parte de los niños con dislexia pueden tener éxito en el colegio con la ayuda de un tutor o de un programa de enseñanza especializado. El apoyo emocional también juega un papel importante.
En ocasiones la dislexia no se diagnostica durante años y permanece sin ser identificada hasta la adultez, pero nunca es tarde para buscar ayuda.

Disgrafía: Es una dificultad para coordinar los músculos de la mano y del brazo, en niños que son normales desde el punto de vista intelectual y que no sufren deficiencias neurológicas severas. Esta dificultad impide dominar y dirigir el lápiz para escribir de forma legible y ordenada.

La escritura disgráfica suele ser parcialmente legible, ya que la letra del niño puede ser muy pequeña o muy grande, con trazos malformados. El disgráfico no puede respetar la línea del reglón, ni los tamaños relativos de las letras, ya que presenta rigidez en la mano y en su postura.
Los disgráficos no pueden escribir a velocidad normal.

Disfemia: La disfemia o  nayormente conocida como tartamudez, es una perturbación de la fluidez de la expresión verbal caracterizada por repeticiones, bloqueos, espasmos o prolongaciones involuntarias de sonidos y sílabas sin que existan anomalías en los órganos de fonación.

No es infrecuente que muchos niños muestren  a los dos y tres años de edad una tartamudez evolutiva, que se manifiesta en forma de repeticiones o bloqueos y que, en la mayoría de los casos, remite totalmente.

Como futuros educadores sociales, debemos incrementar nuestros conocimientos en estos trastornos del aprendizaje, para que si en algún momento de nuestra vida laboral nos encontramos algún caso similar podamos actuar de manera adecuada.
Debemos fomentar el incremento de nuestros conocimientos a lo largo de nuestra vida.







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