La crítica
Esta semana me toca desempeñar el rol de crítica.
En esta publicación me gustaría hacer referencia a la definición que establece nuestra Real Academia Española para la INFANCIA, como un fenómeno social.
En la rae podemos ver las siguientes definiciones:
Infancia: 1.periodo de la vida humana desde que se nace hasta la pubertad, 2.conjunto de los niños, 3.primer estado de una cosa después de su nacimiento o fundación.
Niño/a: Que tiene poca referencia, que obra con poca reflexión y advertencia.
Menor: Menos importante con relación a algo del mismo género.
Infantil: Que semeja a un niño por su ingenuidad y madurez.
Sí, las anteriores definiciones las podemos encontrar en la RAE, nuestro diccionario, como bien podemos ver en las anteriores definiciones se define al menor principalmente como una persona con que no tiene voz, que no habla, un pequeño ingenuo que actúa con poca reflexión.
¿Estamos de acuerdo con estas afirmaciones?, personalmente, NO. Nuestro diccionario le resta importancia al menor, el cual debería ser la principal causa de nuestra lucha, de nuestro trabajo, el de los educadores sociales y todos los profesionales que se están y están formados para trabajar con ellos.
Cambiemos esta realidad que propaga nuestro diccionario, demos que la importancia que le corresponde a los menores.
Habitualmente, solemos escuchar afirmaciones como las siguientes relacionadas con los menores:
- "Aún no son responsables"
- "Aún no son capaces"
- "Aún no son competentes"
- "Aún no tienen los mismos derechos"
- "Aún no tienen suficientes conocimientos"
- "Aún no son fiables"
Generalmente, tratamos a los menores como un grupo minoritario en donde su limitación de derechos está fundamentada en la edad; y por lo tanto hay una clara discriminación en materia de derechos, de acceso al poder, subordinación al grupo dominante por su edad.
Apenas les damos responsabilidades a los menores por miedo a que lo hagan mal y no sepan estar a la altura, no les damos la oportunidad de participar en las decisiones familiares, decisiones de las cuales pueden depender sus vidas. Como adultos actuamos creyendo que las decisiones que tomamos estarán bien para el futuro y vida de los menores, sin preguntarles a ellos.
Somo nosotros, los adultos, los primeros que debemos evitar el uso de afirmaciones como las que os he mostrado anteriormente, para poder evitar y conseguir que la RAE elimine esas definiciones existentes, y apliquen otras más adecuadas, otras definiciones que le den la importancia que les corresponde a los menores, un grupo vulnerable.
Con esta crítica, busco darle la importancia que les corresponde a los menores, porque los menores SÍ IMPORTAN.
Los niños SI importan, su valor social va mucho más allá, no son sólo un asunto de sus familias, ya que como bien sabemos, muchos menores no reciben el suficiente cariño y la suficiente atención que necesitan, los niños son un asunto de TODOS.
Debemos luchar en conjunto para que los menores cobren la importancia que les corresponde a cada uno de ellos.
Recordad que no todos los niños son iguales, la importancia florece de la diversidad.
Muchas gracias✌
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