Hablando con una ingenua

¡Hola familia! Ha llegado el momento de la despedida. Toca finalizar este blog con el final de mi primer curso del grado de Educación Social. Este cuatrimestre ha sido bastante intenso, sobre todo con la cantidad de trabajos diarios que tenía que realizar y con las publicaciones semanales que debía subir. Es verdad que este blog nos ha quitado tiempo a todos los alumnos y nos ha exprimido bien el coco, había semanas en las que ya no sabías de qué hablar y recurrías a cualquier festivo nacional o acto importante para comentarlo. Durante las primeras semanas estaba muy contenta de poder transmitir mi opinión a través de este blog, me sentía influencer y quería seguir avanzando día a día. Con esto, te das cuenta del duro trabajo y el gran esfuerzo que hay detrás de cada blog. Cuando Rosa nos inició en esta aventura no tenía ni idea de cómo iba a salir esta aventura, mis conocimientos sobre blogger eran nulos y ahora... No es que sea una gran blogger, pero puedo manejarme con él

¡Hola familia! Esta semana vuelvo a desempeñar mi rol de crítica. He decidido canjear los puntos que tenía acumulados en la asignatura,  para cambiar el rol de esta semana con una de mis compañeras.                                                                    Fuente: pixabay Estamos condicionados a tomar decisiones desde que nos levantamos hasta que finaliza nuestro día, podemos empezar decidiendo si nos levantamos de la cama o decidimos permanecer un ratito más con el teléfono, hasta llegar a la noche y elegir que programa de televisión escogemos esa noche. Algunas de las decisiones de las que nos vemos obligados a tomar pueden condicionar nuestras vidas. La pregunta es... ¿cómo sabemos que decisión es la más acertada?, ¿hemos tomado una buena decisión?, ¿cumpliremos nuestros objetivos con ella?, en algunas decisiones podremos saber las consecuencias inmediatas de nuestras decisiones, mientras que en otras, nos tocará comenzar un largo camino para saber si ha